Invertimos en la sostenibilidad de los ecosistemas que garantizan la regulación hídrica.

¿En qué consiste?

miPáramo® es la iniciativa pionera que une a comunidades campesinas, empresas, entidades públicas y aliados internacionales en la conservación de los páramos y bosques altoandinos que garantizan el agua.

Su propósito es lograr que la conservación sea socialmente valorada, económicamente viable y ambientalmente efectiva, mejorando la calidad de vida de las familias guardianas del agua.

¿En qué consiste?

El programa se desarrolla bajo una metodología que asegura la transparencia, participación y efectividad de cada acción.

Metodología de trabajo

El modelo miPáramo® articula conocimiento técnico, participación comunitaria y monitoreo científico para garantizar la protección de los ecosistemas de páramo y bosque altoandino.

A través de los Acuerdos Voluntarios de Conservación (AVC), las familias rurales se convierten en guardianas del agua, integrando acciones de conservación, restauración y producción sostenible.

1. Socialización:

Construir confianza en el territorio.

El proceso inicia con reuniones comunitarias en veredas, asociaciones locales y entidades municipales.

Este primer acercamiento permite:

Presentar el programa y sus beneficios.

Comprender la realidad social y productiva de cada comunidad.

Identificar voluntariamente los predios interesados en participar.

Construir confianza en el territorio.

A partir de este diálogo, se priorizan los predios con mayor influencia sobre las fuentes hídricas y cobertura boscosa.

El principio fundamental: trabajar con la comunidad, no para la comunidad.

2. Caracterización:

Entender el territorio para actuar con precisión.

Cada predio vinculado es visitado junto con su propietario para identificar:

Presentar el programa y sus beneficios.

Comprender la realidad social y productiva de cada comunidad.

Identificar voluntariamente los predios interesados en participar.

Construir confianza en el territorio.

Los datos se integran con imágenes satelitales y análisis geoespacial realizados por el Centro de Control y Monitoreo (CECYM), bajo la metodología Corine Land Cover, generando planos detallados de uso del suelo.

El resultado: una línea base técnica que orienta las acciones a ejecutar.

3. Concertación:

Acuerdos para conservar.

Con la información obtenida, se diseña una propuesta de intervención adaptada a cada predio.

En un proceso participativo se revisan y acuerdan las acciones a implementar, que quedan formalizadas en el Acuerdo Voluntario de Conservación (AVC).

Este documento define compromisos, responsabilidades y aportes tanto del propietario como del programa.

Es el eje técnico, jurídico y social del modelo miPáramo®.

4. Intervención:

Del acuerdo a la acción:

La ejecución de los acuerdos se desarrolla a partir de tres líneas de acción complementarias:

Conservación

Aislamiento de áreas naturales en riesgo de degradación (ganadería o expansión agrícola), mediante cercas de postes plásticos reciclados y reciclables.

Se prioriza la eficiencia de la inversión y la mínima intervención sobre el ecosistema.

Restauración

Recuperación de ecosistemas estratégicos siguiendo el Plan Nacional de Restauración (MinAmbiente, 2015), bajo tres enfoques:

Producción sostenible

Fortalecimiento de sistemas agrícolas mediante:

5. Monitoreo y evaluación:

Medir, aprender y mejorar

El equipo técnico con participación de las comunidades y entidades aliadas realizan seguimiento permanente para:

El monitoreo es el pilar de transparencia y trazabilidad del programa.

¿Por qué lo hacemos?

Porque los ecosistemas altoandinos son esenciales para la regulación hídrica, el almacenamiento de carbono, la conservación de una biodiversidad única y el sustento de comunidades campesinas.

Con miPáramo® impulsamos su protección y restauración, fortaleciendo medios de vida sostenibles y asegurando la resiliencia socioambiental del territorio.

Durante los últimos años, miPáramo® ha consolidado un modelo de conservación con resultados reales:

Zonas de impacto

miPáramo® actúa en ecosistemas de bosque altoandino y páramo en los departamentos de Santander y Norte de Santander, particularmente en los municipios de Charta, Suratá, Tona, Bochalema, Mutiscua, Cácota, Pamplonita, Silos, Pamplona, Chitagá, Toledo y Cucutilla, y en los páramos de Guerrero y Chingaza en Cundinamarca.

Gracias a la unión, el agua sigue fluyendo.

Las empresas y organizaciones que confían en nosotros son parte activa de una red que transforma territorios.

Cada aporte se traduce en preservación y restauración de ecosistemas y en bienestar para miles de familias.

Socios de la Alianza Biocuenca

Aliados miPáramo®